jueves, 1 de octubre de 2015

Pedazos en el aire

Hoy sólo me queda de ti
un tonto bastón desastrado,
un par de dibujos de mano boba
y una agenda absurda con extraños teléfonos,
que el sentimiento y el tiempo han olvidado.

Hoy sólo me queda de ti
pocos recuerdos mezclados,
que se empeñan en seguir huyendo de mi,
que abandonan mi ser
y me dejan un cuento recortado.

Hoy sólo me queda de ti
arrancadas flores que caen al río, un par de veces al año,
escasas lágrimas que poco vuelven,
y algunas risas que aun resisten
aunque ya no son las de antaño.

Hoy sólo me queda de ti
algún gesto en mi propio andar,
y un puñado de recuerdos ajenos,
que saben gratamente sorprenderme
en boca de algún familiar.

Hoy ya no me quedan de ti
muchas cosas para guarecer entre mis brazos
sólo recuerdos y algunas señales,
que lejos de ser inmortales,
se escapan con el viento, haciéndose pedazos.

Nuestro amanecer

Cuando tu luz intenta aparecer,
mi pecho se inunda con tu miel
y si mi verso no encuentra una razón,
tu lo completas con tu voz,
con tu calor, tu florecer.

Y hoy comienzo a conocer
los mil girones de tu ser,
cual viento que arrastra una canción
al ritmo de mi corazón,
mi paz, mi propio enloquecer.

Y entiendo que a veces sin querer,
empaño tu dulce amanecer,
porque me olvido que mi Dios
tiene la forma de tu amor,
de tu fulgor, que es mi placer.

Será tu estrella a la vez
junto al azar y mi pretender
las que nos guíen con tu razón,
y mi aventurado corazón,
a un compartido alborecer.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Santa Catalina 1320

A veces siento preciso
recordar los cordones de ayer,
con su agua corriendo, de vecinos desagües
y mis barcos de papel.

Recordar mis rodillas raspadas,
en viejos adoquines
del hermoso imperfecto empedrado,
y la pelota picando a su placer.

Aquellas viejas bicicletas,
saltando pozos a granel,
con amigos de vereda y preciadas aventuras
que nos vieron crecer.

Allí me veo sentado aún,
esperando la hora de comer,
mientras trabajo con mi hermana,
en las pulseras de colores hechas con cables de ENTEL.

Aún sueño con las guerras de Juan Pablo,
y sus disparos de gomera detrás de una pared;
las reuniones en el refugio de Leandro;
las ruedas viejas, los vidrios rotos...
...y en la terraza, su taller.

Y sé que allí también hubo sombras,
gritos, muerte y llanto,
locuras y dolores sin querer
que marcaron nuestra historia
y hoy son marcas en la piel.

Pero es camino del andante,
y no es cuestión de merecer.
No existe ninguna obra de arte,
que no deforme su figura
a golpes de martillo y fino cincel.

Hoy me toca recordar
aquellas interminables escondidas
que jugamos más de una vez,
con mis primos en toda la cuadra
de Santa Catalina 1320.
Hoy allí quiero volver.

domingo, 14 de junio de 2015

No estarás aquí.

Puedo recordarte, pintar con tus tonos mi mundo,
emprender mil sueños con tu sello,
puedo volar
y soñar un mundo como tú.

Puedo crear tus mundos, con países de libertad,
en mis manos que ya casi son como las tuyas,
para armar con ellas
mi humildad y nobleza como tú.

Puedo traerte aquí de mil maneras,
puedo invocarte, recordarte,
puedo incluso pretender parecerme a ti,
pero me tiemblan los huesos, esta mañana fría,
porque nunca más estarás aquí.

Ya nunca estarás en mi camino,
no, en mi furia, no en mi mansedumbre.
No ya en mis días de roca, ni en mi utópico sentir.
No estarás en mis andares mansos,
ni en mis tiempos iracundos,
no en mi savia dulce,
ni en mi mal vivir.

Y hoy solo puedo renacer, escampar mis tormentas a tu modo;
esparcir tus cenizas a mi andar.
Y hacerte un homenaje en mi camino,
al amar a una buena mujer
como lo has hecho tú.

domingo, 24 de mayo de 2015

Cuando sonríes

Cuando sonríes los pájaros recién nacidos aprenden a volar.
Cuando sonríes todas las palabras de odio dejan de ser pronunciadas.
Cuando sonríes los mares encuentran nuevas formas de batir sus aguas,
y las flores, nuevas razones para ofrecer su color y perfume.
Cuando sonríes mis penas desaparecen con el viento.

Mil secretos se esconden detrás de tus ojos.
Guardadas bajo cien llaves están todas tus purezas.
Intentaré acumular aquellas, grandes, pequeñas y efímeras,
que me lleven a abrir tus más cuidados cerrojos.

Cuando sonríes la tierra se nutre de la humedad del amor.
Cuando sonríes la luna y todas las estrellas te maldicen, envidiosas.
Cuando sonríes todas mis razones para odiar lo fácilmente odiable desaparecen,
y mis broncas se esfuman ante el fulgor de tu belleza.
Cuando sonríes mi piel se eriza, tiernamente.

Y no escatimaré en besos si hay que vestir tus debilidades.
Seré tu protector eterno, cuando sonríes y cuando no.
Pretenderé ser tuyo siempre,
porque cuando sonríes, cuando expandes las alas de tu boca,
todas las sonrisas se extinguen en un instante,
y se resignan a sus pueriles realidades.

No te preocupes madre

Si algún día necesitas dejarme volar...
hazlo, con la libertad de un aventurero.
No te preocupes por mí, madre mía,
que yo llevaré tus manos, aún, sobre mis hombros.

No dejaré por mis espaldas tus enseñanzas,
no abandonaré ni un hálito de tus consejos,
siempre tendré en mis espaldas
tus escasos errores y tus grandes aciertos.

Sabré andar solo, te lo prometo.
Te haré un homenaje en cada puerto.
Mi viaje será una fábula...
como aquellas que me has contado, con gran acierto.

Y sé que en cada bocanada de aire
lamentaré la falta de aquellas brisas de tu hogar,
que alguna vez fueron mías,
aquellas de olores de pino, jazmines y un rosal.

No te preocupes madre,
que sabré responder ante el mundo,
estaré a la altura, con creces, como tú.
Jamás cruzaré la calle sin mirar a ambos lados,
seré muy buen amigo, buen hermano y buen hijo.
No te preocupes madre,
no andaré metiéndome en problemas,
ni le faltaré el respeto a los mayores...
No te preocupes madre,
intentaré ser mejor de lo que he estado siendo.
No te preocupes madre,
quizás me vaya, a veces,
pero siempre estaré volviendo.

Sin traducción

Tu voz sonó como un camino...
uno de aquellos que te abren mundos;
aquellos que entregan historias a tus pasos;
un camino que lo tiene todo:
escaleras eternas y pozos profundos.

Y luego de tu voz, hubo tu aliento...
en él se escondieron secretos de cuentos;
en él amanecieron esperanzas,
y amores increíbles,
como de otros lugares y otros tiempos.

La habitación se mantuvo serena...
La luz se intimidó con mi pensamiento;
éramos tu y yo, y todas los sonidos del mundo,
transformándose en nuevos sabores y aromas,
parafraseando lo que siento.

Y yo te escuché, atento.
De tus manos volaron millones de aves
y mariposas, al mismo tiempo.
Yo quise contarte todos mis sueños,
pero sin voz pude solo estremecerme
con los miles dialectos de tu cuerpo.